miércoles, 30 de enero de 2008

Abismo de almas


Incandescente se encuentraba el corazón, encogido, engañado. Furias corriendo entre los dedos y sábanas arrugadas en el lecho. Flechas sin destino que volaban por el cielo, flores pisoteadas en la puerta. Así es como se describe la última lágrima que corrió por su mejilla. Se aventuró al vació y terminó recorriendo todo su cuerpo hasta morir en la árida tierra de sus besos. Obsoletas cada una de sus caricias y ella lo miraba tratando de averiguar cuantas veces más le diría te quiero con la boca pequeña.
Hubo un tiempo que las miradas se entrelazaban sin necesidad de tocarse. Fue entonces cuando las tardes parecían regalos a su lado y las noches bendiciones. Pero tardía era la hora en que los amantes habían dejado de serlo quedando un abismo entre ambos.



>>Historias de una vida, historias de un ruiz señor, historias que contaba un alegre trobador<<



*yo misma*

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